viernes, 23 de julio de 2010

A veces cruzas un punto y no hay vuelta atrás
Haces algo, sigues avanzando y no puedes regresar.
Es imposible, inhumano, innalcanzable.
Es increíble cómo puede funcionar.
Cruzas una línea, llegas un poco más bajo, te detienes por un segundo.
Ya no hay forma de volver.


Llegas a ese infinito, a ese desconocido, a eso que temes y quieres.
Llegas y sin importar cuanto te jalen, te fuerzen, te griten, no vuelves.

Se va la luz, el movimiento, la vida, te deja todo.
Queda un recipiente, solo el recuerdo de lo que fue.
Tu propia máquina del tiempo.

Una máquina vacía donde alguna vez habitaste.
¿Qué es eso? ¿Un simple contenedor?


Las partes siguen ahí, el combustible, el motor.
Pero falta algo, ¿el impulso?
Ese algo que lo mueve, será el alma.


Llegas a un punto sin retorno.
Dejas atrás vidas, amigos, familia, amores.
Por detenerte a descansar, por parar solo un segundo.
Llegas a un punto del que no puedes regresar.


1 comentario:

rodrigo dijo...

interesante post... bastante pasional creo, hasta desesperado.