viernes, 21 de marzo de 2014

Nunca pensé que tendría que usar este blog para escribirte, pero heme aquí.

Ya no puedo hablarte. 

Sueño que peleamos.

Conversar contigo se ha vuelto pesado, y prefiero usar este medio, que quizás nunca llegue a ti, para decir lo que te digo en mi mente.

A veces me siento culpable por irme, nunca pensé que llegaría a eso. Pero tú te fuiste de mí de una manera que nunca pudiste arreglar. O pudiste, pero no lo hiciste.

Estaba pensando en que si el 31 me hubieras llamado una sola vez a decirme "perdón por no ceder, la cagué en verdad, déjame compensártelo cuando regrese, te amo", no estaríamos en esta posición. Incluso el 1º. Pero no lo hiciste. Solo te dedicaste a decir cómo tenías que pasarla bien y cómo yo te estaba malogrando la experiencia.  "No me gusta que me hayas colgado sin decirme que me querías, me vas a malograr la noche".

Traté de no ser egoísta y no sabía si lo estaba siendo o no, y te dejé ir; pero me dejaste realmente miserable y ese día aprendí que realmente estaba sola y lo había estado por mucho tiempo. No quería estar con alguien que solo me quisiera cuando fuera conveniente, me merezco algo muchísimo mejor que eso. 

Entonces sí, hice bien al irme y no siento culpa. 

A veces creo que debería sentirla porque es lo que tú querrías, pero no.

Ese día perdí las ganas de verte y hablarte, y dejé de estar enamorada. Me demostraste que yo era postergable, que mi valor dependía de lo que significara para ti (si me considerabas una carga o no), mi felicidad no era importante y tú siempre ibas primero. Me abandonaste por completo y eso me llevó a estar bien sin ti.

Anoche soñé contigo y me decías que tirabas con ella de nuevo, y no me dolió. 
Ya no me dueles.

Estoy feliz ahora. Recordé lo importante que soy, ya no siento que debo atravesar obstáculos para ser amada, para ser valiosa, me tengo a mí misma. Estaba cansada de atravesar obstáculos por ti y vivir constantemente a prueba, nunca poder tener estabilidad. No merecía vivir así y tú sabías que no me dabas lo que pedía, me mantenías al borde siempre con tu "no sé si quiero estar contigo", "ya no te quiero como antes", culpándome por cada una de tus limitaciones; me mantenías tratando de demostrar que valía algo siempre y nunca tuvo que ser así. 

En verdad estoy feliz ahora y te escribo esto para que sepas por qué terminó, esperando aclarar las dudas y que no repitas algo así.

Sé que yo también la cagué y espero aprender de eso.

Creo que ya dije todo.

sábado, 8 de marzo de 2014

The Quarterback

Estaba viendo Glee y me gusta cómo ese capítulo captura perfectamente la reacción ante la muerte.

Particularmente, la de Santana. Estar molesta, tener que salir corriendo de los cuartos porque ya no puedes contener las lágrimas, sentir que te vas a desarmar todo el día.

Nunca olvidaré todos los cuartos que tuve que dejar, todas las veces que tuve que encerrarme a oscuras con música a todo volumen y con la cabeza colgando para no sentir, nunca olvidaré cómo podía estar bien y de pronto encontrarme en el piso en posición fetal porque no podía estar en un mundo en el que no existieras.

Creo sinceramente que nunca experimentaré algo peor que tu muerte.

lunes, 10 de febrero de 2014

Parece que tuvimos la misma temporada en la playa
pero yo no fui

Te imaginas que hubiera ido y te hubiera visto
¿me habrías saludado?