lunes, 21 de marzo de 2011

Un año

Un año es, sin duda, poco tiempo comparado con lo que viene.
Un año es un cumpleaños en la vida de todos en el que no estuviste.
Un año es un día de todos los que existen sin ti, un 3 de febrero sin ti, un 20 de mayo, cualquier día arbitrario, ahora existe sin ti en la historia.
Un año son meses de dolor, de amor, de embrace, de apoyo, de tristeza y alegría compartidos.
Un año es una entrada a la adolescencia, un acercamiento a la universidad, miles de experiencias pequeñas y grandes que debieron (desearon) ser compartidas contigo.
Un año es tan corto, comparado a lo que viene.

No pude ir a la misa hoy, sé que muchos lloraron mucho por ti, cómo yo lo habría hecho. No diré que fue bueno no ir, quería ir pero tenía clases. Sé que habría llorado como un bebé en los brazos de mi papá, sé que habría llorado al ver a mis tías llorando, al escuchar cómo hablaban de ti, al ver a todos con los ojos rojos.

Ya no lloro por ti, quizás porque cada vez es más lejano. Pienso en ti todos los días, pero la muerte parece más un concepto abstracto.

Cuando recuerdo el funeral, la misa de los 19 días, los detalles así, el dolor vuelve punzante a mi pecho y de nuevo no puedo respirar. Pero debo esforzarme para recordar eso, ya no vuelven las imágenes como revelaciones inesperadas. Vienen cuando se les convoca.
Ahora hay tantas cosas nuevas que llenan mi mente, tantos nuevos recuerdos, alegrías y tristezas, que tu muerte debe ser convocada, a diferencia de cuando acababa de pasar, que todo se relacionaba a ella.
No lloro al escribir esto, pero sí siento ese pequeño vacío, ese dolor en el corazón. No es agudo, se comprime un poco porque sabe que no estás, pero fue peor cuando te fuiste.

(Te fuiste, te fuiste, aún no lo creo, suena a mentira).

Ojalá pudieras estar acá con nosotros, con los que te amamos. Sé que estás mejor ahora.

And she is not coming back, because heaven sends and heaven takes...
(I'm sure I could do better, let's just leave it as it is)