miércoles, 11 de agosto de 2010

Inception

Yo sé que dejo que mis sueños influyan demasiado en mi vida.
Soñaba que quería estar con unacasacaElement y éramos felices y despertaba convencida de que todo estaría bien.
Hablábamos y todo era perfecto por unos días.
Hasta que soñaba que eso no era lo que quería, que tenía miedo y quería huir y al despertar, por más que tratara que no fuera así, no me podía sacar la idea de la cabeza. Y lo arruinaba todo de nuevo.
Todo por culpa de los sueños.
Sabía que no tenía que hacerles caso.
Pero no podía evitarlo.
Hace dos semanas soñé algo y no me lo puedo sacar de la cabeza. No es bueno, no le hace bien a nadie, no así. Fue sólo un sueño. No era real.
Ya entendí por qué no sueño con mi tía por más que le pido que aparezca. Mi subconsciente entiende que está muerta y ya lo aceptó, por eso sólo la sueño muerta. Es el lado consciente de mí el que no quiere aceptarlo. Pero en el fondo lo sé y no me quiero mentir, ya murió.
La película fue buena, pero no me aluciné demasiado, no como esa pareja que se quedó sentada viendo la pantalla sin mirarse entre ellos.

La mejor manera de meterme una idea en la cabeza es por los sueños.
Mi subconsciente tiende a ser mi peor enemigo.
Pero sabe con qué cosas no meterse.
Otras las confunde a propósito.
En sueños venzo miedos, en sueños reaparecen días después sólo para complicar todo.
Lo importante es entender que son sólo sueños.
Y son un mensaje de mí a mí.
Lo importante es no dejar de lado la razón al interpretar el mensaje.

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